El vehículo sin conductor de Google se dio un breve paseo por las calles de Capitol Hill, con un pequeño momento de duda cuando se cruzó con un taxi que giró de manera repentina, tras lo cual consiguió aparcar sin complicaciones cerca del centro de poder de EE.UU.

El auto, un Toyota Prius, está equipado con un escáner tridimensional en el techo, así como un conjunto de cámaras y sensores que le permiten obtener información de la carretera y sus alrededores para desplazarse sin un humano al volante.

El sistema utiliza la información obtenida a través de Street View, aplicación de mapas de Google, para posicionar al vehículo y determinar el camino a seguir por las calles de la ciudad.

La semana pasada el estado de Nevada concedió la primera licencia a Google para que pruebe estos vehículos en un entorno de tráfico real, ya que hasta ahora los test realizados por la compañía habían tenido lugar en vías controladas.

Las autoridades de Nevada aprobaron una ley en 2011 para autorizar la tramitación de licencias para autos con piloto automático, aunque exigen que haya una persona detrás del volante y otra en el asiento del copiloto durante los desplazamientos.

El coste de los componentes tecnológicos que utilizan los vehículos de Google rondan los 100.000 dólares, pero, con la mejora en el desarrollo, la empresa californiana espera que pueda convertirse en una tecnología accesible y útil, por ejemplo, para personas mayores.

Desde 2010, el vehículo de Google ha recorrido cientos de miles de kilómetros con un solo accidente en agosto de 2011, cuando el vehículo se desplazaba en modo manual.

Las pruebas en Washington DC podrían estar orientadas a persuadir al Congreso a que permita normativas que apoyen el desarrollo de los prototipos y en el futuro una progresiva introducción de este vehículo futurista.

Fuente: EFE