"Por favor, no escriba que un asteroide va a golpear a la Tierra", fue el pedido de  Brent W. Barbee, un ingeniero de la NASA en una conferencia de prensa al dirigirse a un periodista del Washington Post.

El pedido llegó a partir de la existencia de Bennu- un asteroide del tamaño del Empire State (490 metros de diámetro)- que podría golpear a nuestro planeta el próximo 21 de septiembre de 2135. 

A pesar del intento de evitar generar alarma, lo cierto es que la NASA sí trabaja en un plan para proteger a la Tierra ante el posible impacto, que fue establecido por diversas mediciones científicas. 

En ello trabaja la Misión de Mitigación de Asteroides de Hipervelocidad para Respuesta de Emergencia, y cuya siglas en ingles es Hammer, que significa "martillo". 

Fue en el 2016 cuando se envió la sonda OSIRIS-REx para que recopile material del asteroide y así poder estudiarlo. "Hará un mapeo de Bennu y establecerá la composición del asteroide, incluyendo la distribución de los elementos, minerales y materiales orgánicos", expresó al respecto Barbee.