Despegó con éxito la misión espacial ruso-europea a Marte
Desde un cosmódromo ruso despegó este lunes el cohete que lleva la misión ExoMars, que tiene por objetivo analizar la superficie y la atmósfera del planeta rojo.
"Estamos camino a Marte", anunció el director general de la ESA, Jan Woerner, tras el despegue del cohete Protón M, que lleva la misión ExoMars hacia el planeta rojo, desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán.
Se trata de un programa conjunto entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia rusa Roscosmos, cuyo objetivo es explorar Marte y conllevó una inversión de una inversión de unos 2.500 millones de euros.
El lanzamiento se llevó a cabo con éxito este lunes y se espera que el cohete llegue a Marte en octubre, cuando la cápsula espacial se dividirá en dos partes.
Por un lado, el satélite Trace Gas Orbiter (TGO) se dedicará a estudiar los gases de la atmósfera marciana, mientras que el módulo Schiaparelli se posará en la superficie de ese planeta para validar la tecnología de aterrizaje para la segunda y más compleja parte del programa, ExoMars 2018.
La sonda Schiaparelli, un laboratorio de 600 kilos, atravesará la atmósfera marciana, se desprenderá de sus escudos de protección y se dejará caer en la superficie con la ayuda de un paracaídas y de un sistema de propulsión líquida. Una vez posada, analizará características básicas de superficie, como la presión o la temperatura.
No obstante, los científicos aclaran que el verdadero éxito de la misión consistiría en aterrizar en la superficie marciana de manera controlada.
Es que el único precedente en este sentido, el Beagle del Reino Unido y la ESA, se posó en Marte pero sus cuatro paneles solares no lograron desplegarse y bloquearon su antena de comunicaciones, con lo cual fracasó como misión.
El Schiaparelli tendrá una vida útil de entre dos y ocho días marcianos (cada día marciano dura 24 horas y 37 minutos) y su apagón marcará el inicio de la misión de su compañero de viaje, el TGO, que sobrevolará Marte a 400 kilómetros de altitud durante cuatro años.
El objetivo del orbitador es estudiar la presencia de metano y otros gases en la atmósfera marciana, esclarecer si su origen es geoquímico, volcánico o biológico y cuáles son sus fuentes de emisión.