La 'botella', denominada Ooho, es gelatinosa y está hecha a base de algas, lo que la hace comestible; esto representa un principio de fabricación tan básico que, según los jóvenes que la desarrollaron, la gente podría fabricarlas en sus casas.

Los estudiantes se inspiraron en la membrana que recubre la yema de huevo, que al mismo tiempo es más resistente gracias al sistema de esferificación, una tendencia culinaria iniciada en los 90 que consiste en encapsular alimentos con texturas de gelatina de manera que tengan una consistencia similar a la hueva de pescado.

Para elaborar la membrana se utiliza una combinación de algas pardas y cloruro cálcico, y para hacerla más resistente, el agua se contiene en diferentes capas envolventes.

Otra de las características del invento es que su producción y comercialización son de muy bajo costo y podrían agregarse etiquetas ente ellas sin que el líquido se contamine.

El diseño fue realizado por Rodrigo García González, Pierre Paslier y Guillaume Couche, estudiantes del Royal College of Art de Londres, quienes por la 'botella comestible' recibieron este año el premio Lexus Design Award.