Argentino revivió una teoría que prueba la caída de un meteorito gigante en Malvinas
Se trata del hallazgo de una de las cinco cuencas multianillo de impacto más grandes de la Tierra y su antigüedad se calcula entre 250 y 270 millones de años. Un aficionado a la geología retomó un estudio que había publicado un estadounidense en 1992 y profundizó la investigación.
Maximiliano Rocca es analista de sistemas fanático de la geología, que leyó por primera vez en 1992 sobre una anomalía circular inmensa en el territorio de las Islas Malvinas. Ese texto firmado por Michael Rampino de la Universidad de Nueva York, hablaba de un posible gran cráter de impacto. Desde entonces, Rocca trabajó para conseguir información al respecto.
Rocca entabló contacto con expertos del British Geological Survey y obtuvo un mapa detallado de sus anomalías gravimétricas, una herramienta que le posibilitó advertir una forma circular de valores gravimétricos negativos de unos 300 kilómetros de diámetro.
Para explicar de manera gráfica, se trata de una depresión bajo el agua del Océano Atlántico, pocos kilómetros al noroeste de la Isla Gran Malvinas: "Técnicamente hablando, los números de la estructura gravimétrica circular de Malvinas tienen todas las características de un gran cráter de impacto y son casi idénticos a los de Chicxulub", le dijo Rocca a Infobae.
"El más popular de los cráteres multianillo es Chicxulub en Yucatán, México, que se identificó durante la década de los 90 y se asoció con la extinción en masa de formas de vida del final del periodo Cretácico, entre ellos los dinosaurios", señaló el aficionado argentino, becado por The Planetary Society de Pasadena, California.
Según las mediciones, un asteroide abre un cráter cuyo diámetro es igual a 20 veces su propio diámetro. En el caso de este hallazgo, si el cráter se aproxima a los 300 kilómetros de diámetro, estaríamos hablando del impacto de un cuerpo de 15.
Rocca detectó que el área estaba totalmente tapada por sedimentos más jóvenes, pero en 2015 se hizo de mapas de anomalías del campo magnético, con el aporte de un geólogo paraguayo Jaime Báez: "Fue una sorpresa tremenda ver que en el mismo lugar había una gigantesca anomalía positiva del campo magnético. Esto nos decía que, en ese lugar, el campo magnético era más intenso que en cualquier otro lugar de la zona, lo cual es característico de los cráteres de impacto multianillo de tamaño colosal", remarcó Rocca.
Con esta nueva información volvió a contactarse con Rampino, y para 2016, los investigadores consiguieron de parte de especialistas británicos y autoridades del archipiélago argentino tomado por británicos, una serie de copias de siete perfiles de reflexión sísmicos de la zona. Estos estudios -algo así como ecografías del suelo- "son unos mapas de líneas grises hechos mediante ecos de ultrasonidos que muestran el tipo de estructuras que tienen las rocas ocultas bajo el suelo", explicó el especialista.
Hasta ahora se probó la existencia de "una gigantesca 'cuenca' circular de 300 kilómetros de diámetro que está tapada por el agua. Tiene asociadas una anomalía circular gravimétrica negativa, con anillo de valores positivos que la rodea, y una anomalía circular magnética positiva", que posiblemente sea un cráter.
El estudio que está aun paso de declararse como histórico fue publicado en abril en la revista internacional Terra Nova, de Oxford. Según Rocca, hay un 80% de probabilidades de que haya un gigantesco cráter de impacto bajo el agua y totalmente tapado, cuya antigüedad se calcula en unos 270 a 250 millones de años: durante la era Paleozoica.
"El asteroide o núcleo de cometa que cayó en Malvinas tendría unos 15 kilómetros de diámetro. Sería mayor que el Monte Everest, la montaña más alta del mundo de 8,8 kilómetros de altura", enfatizó Rocca.