Más allá de que la Organización Mundial de la Salud alertó en reiteradas y recientes ocasiones que hay bacterias que atentan permanentemente contra la vida humana ante la posibilidad de generar pandemias y mostrar resistencia a los antibióticos; hay todo un universo bacteriano que nos ayuda y hace que nuestra vida- a partir de la ciencia- mejore. 

Las bacterias “cubren nuestro cuerpo, viven en nuestro intestino, en nuestra nariz, en nuestra garganta. Están en el suelo, en el agua que bebemos, en la de ríos y estanques, en el mar. La mayoría de ellas son inofensivas”, destaca Begoña Oleaga, experta en biotecnología aplicada a los alimentos.

En un reciente trabajo presentado ante la Universidad Nacional de Educación a Distancia, (UNED)- en España-  Oleaga expone que, en general, hay “más bacterias beneficiosas que patógenas”. Incluso contrario a lo que suele creerse, hay microorganismos que “colonizan el alimento y previenen que las patógenas crezcan, o algunas producen toxinas químicas para prevenir el crecimiento microbiano”.

También la industria alimenticia utiliza algunas bacterias como el ‘Lactobacillus’ o las ‘Bifidobacterias’, presentes en las leches fermentadas, yogures y otros alimentos probióticos, que ayudan a aliviar los cólicos del lactante, mejorar los síntomas del intestino irritable y trastornos digestivos asociados al estrés, como así también permiten  prevenir algunas alergias. 

Otro de los grandes hallazgos de científicos de la Universidad de Washington en San Luis (WUSL), Estados Unidos, fue una bacteria cuya presencia afectaba de manera distinta a niños africanos desnutridos  a la hora de absorber nutrientes. 

“En la búsqueda de vida en otros planetas tenemos que empezar por algo a lo que tengamos acceso, por lo que intentamos averiguar si algunos de nuestros microorganismos tienen la capacidad de sobrevivir en otros lugares”,aseguran los especialistas. 
 

EFEfuturo