¿Una ciudad que flota sobre el agua?: el anhelo tecnológico ya tiene fecha de inicio
Artisanópolis, una isla sustentable y autosuficiente que se ubicará en la Polinesia Francesa, en el Océano Pacífico comenzará a tomar forma en 2020.
Con base en la Silicon Valley, el Seasteading Institute fue fundado en 2008 con un objetivo claro: "colonizar el mar". Ese es el proyecto del empresario Wayne Gramlich, que desarrolla el ingeniero de software de Google, Patri Friedman, que cuenta con el apoyo inversor del multimillonario Peter Thiel (cofundador de Pay Pal).
Cuenta el sitio inglés BBC, que el Seasteading Institute fue fundado en 2008 y esperan que para el 2020 la isla flotante esté en marcha. El desafío es que la misma sea sustentable a partir de recursos renovables.
Para erigirse sobre la superficie marítima, la ciudad estará conformada por plataformas flotantes de peuqeñas dimensiones, que pueden cambiar de lugar, por lo que la ciudad se adaptaría a las necesidades sociales, económicas y demográficas de la comunidad.
El concepto de isla flotante no es nuevo. De hecho, por ejemplo en el lago Tititcaca, ubicado la frontera entre Perú y Bolivia, algunos de sus habitantes residen en ellas pacíficamente, viviendo de la pesca del lago y siento una gran atracción turística para quienes han tenido el privilegio de conocer esta hermosa zona de América Latina.
Pero, lo que hasta ahora no ha logrado el capitaslimo es llevar este concepto a la escala de las grandes metrópolis. Vale aclarar que este concepto dista del de las islas artificiales como la de Dubai, ya que el objetivo es que las mismas floten y se sustenten de manera independiente del área continental.
De hecho, como se puede ver en las imágenes y explica BBC, la isla contará con domos hidropónicos para cultivar y cosechar sus propios alimentos y desalinizadores para potabilizar el agua. También contará con paneles solares para obtener energía del sol.
Los fragmentos de la ciudad podrán moverse con remolcadores y reubicarse en cualquier momento.
En tanto, los residuos orgánicos será recolectados por buques cisterna y trasladados a una zona de compostaje externa, y todo lo demás será reciclado, explican sus creadores en el sitio web del proyecto.
Para evitar eventuales catástrofes climáticas, un gran muro rompeolas rodeará la ciudad para protegerla de vientos fuertes y las olas que pudieran ponerla en peligro.