"Era el primero en hablar y me dolía la cabeza después de haber salido la noche anterior con mis amigos. Así que me preparé una dosis de 600 mg sólo para estar seguro y descubrí que era muy efectiva", contó Steward Adams en una entrevista para la BBC en el 2015. La divertida anécdota quedará en la memoria de la comunidad científica que despidió al científico tras su muerte, el 31 de enero pasado a los 95 años.

El creador del analgésico que está en casi todo el mundo, además de estar catalogado entre los Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, reconoció que en ese desesperado intento de sentirse mejor descubrió que su investigación tenía potencial.

Adams trabajó toda su carrera para el laboratorio británico Boots

En la actualidad distintas empresas de todo el mundo fabrican unas 20 mil toneladas de ibuprofeno al año. Es un fármaco antiinflamatorio sin esteroides, por lo que no es tan tóxico.

Adams, doctor en Farmacia, trabajó en Boots Pure Drug Company para encontrar un medicamento que pudiera combatir el dolor pero con pocos efectos secundarios. El desarrollo comenzó en los años 50 en busca de un medicamento para tratar la artritis reumatoide pero sin efectos secundarios.

El primer compuesto bautizado BTS 8402 no resultó ser más efectivo que una aspirina, pero en 1961 tarde se registró una patente para el compuesto ácido 2- (4-isobutilfenil) propiónico, más tarde llamado ibuprofeno. A fines de esa década se sucedieron etapa ensayos clínicos, primero la autorización de venta bajo receta y a partir de 1983 comenzó a comercializarse de manera libre por su probada seguridad.