Eric LeBlanc sufrió un incendio en su tienda de reptiles en Anaheim, California, y por tal motivo decidió llevar a muchos de los animales a su casa. El "inconveniente" que no fue, es que allí viven sus tres pequeños hijos, quienes usan a las serpientes y los reptiles como mascotas.

El caso más impresionante es una serpiente pitón de casi seis metros de largo. A los niños les encanta y a LeBlanc no parece preocuparle para nada los peligros que conlleva vivir con ese tipo de animales.

Según informa el diario británico Express, LeBlanc insiste en que él siempre supervisa a sus hijos cuando están con las serpientes y no los deja jugar solos.