Esta conmovedora historia ocurrió en el zoológico de Budapest, Hungría, cuando un cuervo que cayó en la piscina del oso estaba siendo captado por las cámaras de un visitante.

En ese momento, todos los que miraban la situación desesperante del ave esperaban que el oso lo agarre para comérselo, o por lo menos, intente hacerlo.

Pero el oso lo dejó en libertad y, hasta el cuervo, se lo quedó mirando como no entendiendo muy bien la situación. ¿O quizá a modo de agradecimiento?... Mirá el video.