Para defender la comida el tamaño no importa demasiado
Este duelo doméstico está planteado: el cachorro llegó para arruinarle la vida al perro de la familia. El pequeño no solo no quiere compartir el alimento, sino que lo defiende con sus pequeños dientes y sus diminutas uñas.
La actitud es lo que cuenta. Este cachorro le hace frente a cualquiera, incluso a su compañero de casa. Una vez más, David contra Goliat.
Da un poco de lástima ver a Foxey sin poder acercarse al plato de comida, del cual Sadie se apoderó por completo. ¿Se podrán llevar bien los nuevos compañeros?