Como si fuera una prueba para un piloto de Fórmula 1, ingresar al habitáculo de este auto no es para cualquiera ni todos los físicos pueden hacerlo.

Se trata de uno de los autos más caros del mundo -el récord actual es superado por el Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955- y este vehículo se vendió por 142 millones de dólares en una subasta en mayo de 2022, estableciendo un nuevo estándar en el mundo de los automóviles de colección.