El insólito caso del ladrón arrepentido
La cámara de seguridad de un restaurante de la ciudad balnearia fue la prueba con la que los dueños del local se enteraron del inexplicable robo.
Un banco. Pero no una entidad bancaria: un banco para sentarse, parte del equipamiento de un restaurante marplatense fue el botín de un joven ladrón que fue escrachado por la cámara de seguridad.
Sin embargo, eso no es lo más curioso. Al enterarse por las redes sociales de que había sido visto llevándose este sillón, el joven no tardó ni 24 horas en devolverlo y dejar un saludo para el comerciante.