Las pruebas tuvieron en cuenta la comodidad que propone el uso del famoso "conchero", el típico truco de las vedettes para mostrar aún más en los teatros o en las comparsas de carnavales.

El test consistió en demostrar la capacidad de la prenda para la vida diaria: cómo actúa en la pileta, si se nota debajo de la ropa y si las mujeres se sentían seguras al usarla.

Como toda moda, tendrá sus fanáticos y sus detractores. Pero la pregunta es inevitable: ¿las veremos en las playas argentinas?