Viviana Canosa y su falta de empatía que la pinta de cuerpo entero
El cronista Marcelo Padovani contaba lo difícil que le resultaba trabajar cubriendo una manifestación multitudinaria y exponerse al virus, sobre todo cuando hacía un par de días habían perdido a un compañero. Y salió una Viviana auténtica demostrando que no le importa nada.
Miguel Fernández era un camarógrafo de América que falleció esta semana después de haber estado internado varios días por COVID.
El cronista trataba de explicarle a Viviana lo difícil que resultaba volver a cubrir una marcha y exponerse al virus cuando los periodistas, a pesar de ser considerados esenciales desde el primer día, no han tenido prioridad alguna para obtener la vacuna.
Era el momento ideal para que Viviana demostrara que detrás de esa figura adusta que suele mostrar tiene un poco de humanidad, tal vez recordando a su compañero muerto y enviándole las condolencias del caso a familiares y amigos.
Pero lejos de eso Viviana demostró que es Canosa y le pidió a Marcelo Padovani que entrevistara a algun manifestante, desoyendo la incomodidad que atravesaba el movilero.
En realidad eran pocos los que podían llegar a esperar que Viviana Canosa dejara, aunque sea por un segundo de ser Viviana Canosa.