Que se trata de un mentiroso, de eso ya nos dimos cuenta hace varios meses, si a alguien le quedaban dudas. Pero culpar a las verdaderas víctimas de sus políticas de hambre, adjudicándoles una violencia que no fue tal, eso ya es demasiado. De hecho, hasta el jefe de la Bonaerense lo desmintió.

Mauricio Macri juega con las necesidades del que no puede llegar a fin de mes, del que perdió derechos ganados en la última década, incluso, del que creyó en el 'cambio de la alegría'.

El tarifazo, la inflación, el beneficio a las grandes empresas transnacionales o el pedido de abrigarse en casa, configuran las decisiones de un mandatario que no evalúa las consecuencias para los ciudadanos de a pie. En la localidad de Belisario Roldán ya se dieron cuenta, como en muchas partes del país, y se lo hicieron saber a las autoridades nacionales y bonaerenses.

Ellos sintieron miedo y huyeron custodiados: miedo de enfrentar las necesidades de la gente, pero las necesidades reales, no las que ven mientras buscan pokemones y lo comentan en Twitter.