Es el tercer día que el Obelisco amanece junto a una carpa. Unos  300 habitantes de todas las villas porteñas iniciaron una huelga de hambre líquida rotativa de seis huelguistas cada cinco días. El reclamo fundamental es pedir por la urbanización de sus barrios, sin interrumpir el tránsito vehicular.

"No hubo novedad por parte del gobierno. Algunos funcionarios se pasean por los medios de comunicación diciendo que tienen vocación de diálogo. ¿De qué nos sirve volver a sentarnos en una mesa a hablar si ya lo hicimos miles de veces?", aseguró Rafael Klejzer, referente de la Corriente Villera Independiente.

Ante la falta de respuesta del gobierno de la ciudad Klejzer dijo que "lo que nosotros queremos son soluciones, no diálogo. Porque nuestros pibes se mueren electrocutados a causa del deficitario tendido eléctrico y muchos vecinos siguen sufriendo permanentes inundaciones en la mayor parte de los barrios".

La situación habitacional y sanitaria en algunos casos resulta gravísima. Además se suma la criminalización de los sectores con menores recursos.

"Basta de criminalizar la pobreza. Les pedimos al gobierno de Macri que si quieren buscar drogas vayan a Puerto Madero, o a los countries del partido de Tigre. Nosotros queremos vivir dignamente y es responsabilidad de los funcionarios avanzar para que eso se cumpla", dijo Klejzer cuando comenzaron la protesta el lunes.