Sus profesores de danza le decían gorda y llegó a pesar 25 kilos
Margherita Barbieri llegó a comer sólo un bol de avena cada 3 días. al salir de una fuerte anorexia hoy cuenta su experiencia a través de su cuenta de Instagram.
La inglesa Margherita Barbieri, siempre quiso ser bailarina pero fue discriminada por quienes fuero sus profesores y profesoras. "Tu físico es inaceptable para la danza", le decían. Así, la obsesión por la delgadez extrema hicieron que termine padeciendo una enfermedad alimentaria muy difícil.
Margherita decidió cambiar su dieta por una rutina alimenticia de solo 140 calorías diarias. Su plan era ayunar todos los días. Ingerir tan solo un bol de avena y luego pasar otras 48 horas sin entrar en contacto con ningún alimento.
Al poco tiempo desarrolló anorexia y pesaba tan solo 25 kilos. La mitad de su peso, ya que antes pesaba 50.
"Estaba sana pero me dijeron que tenía muslos de acero. Eso me empujó a querer perder peso. Mi peso estaba bien en ese momento, pero no me daba cuenta. Estaba decidida a convertirme en una mejor bailarina así que comencé a ejercitar en exceso y dejé de comer", comentó Margherita al diario Daily Mail.
Hoy, en su cuenta de Instagram, describe como "una guerrera contra la anorexia" y se propone ayudar, exponiendo su ejemplo, a quienes sufren desórdenes alimenticios. Pero el proceso para rehabilitarse no es sencillo.
En primer lugar, Margherita elaboró una lista de más de 200 alimentos a los cuales ella le tenía terror como, por ejemplo, la manteca y el chocolate. Poco a poco fue venciendo sus miedos. Pese al rechazo que le generaba, comía y tachaba los alimentos que se había propuesto.
"Algunos días me sentía tan débil que no podía salir de mi cama, e incluso desarrollé insuficiencia renal por ser tan flaca. Pero ahora ya no me siento permanentemente agotada y estoy compensando el tiempo perdido y viviendo la vida al máximo", señaló.
Lo que sí, dejó la danza clásica y ahora se la jugará por el teatro musical.
"Mi consejo para todo el mundo es aprender a amar a su cuerpo y a sí mismo. Tener una buena relación con la comida. No dejar que nadie te deprima. Creo que todos deberíamos estar luchando por una cura para la anorexia. Es una enfermedad poderosa, a menudo mortal. Tengo tanta suerte de haber elegido recuperarme", sostiene.