Se llaman Marcia y Millie Biggs, ambas tienen 11 años de edad y son un caso muy particular porque su piel es de muy distinta tonalidad. Cuando nacieron eran casi idénticas, pero al crecer la diferencia comenzó a notarse.

Su madre, Amanda, de 46 años, tuvo advertir a la King Solomon International Business School en Aston, Birmingham, donde las hermanas empezarán la escuela secundaria esta semana que, a pesar de su apariencia, en realidad son gemelas.

Es que mientras una de las chicas se parece mucho a su mamá, la otra, Millie, se parece a su padre Michael, quien es de origen jamaicano.

"Incluso cuando estaban en la escuela primaria, las personas se confundían. Cuando iba a recogerlas al terminar las clases, los otros padres me paraban y me preguntaban: ‘¿Son tus hijas?", cuenta la madre y agrega: "Cuando les decía que eran gemelas siempre se sorprendían. Entonces percibía que muchas personas las miraban por segunda vez".

"A veces llega a ser un poco irritante que las personas te detengan constantemente en la calle, pero luego recuerdo lo hermosas que son y la suerte que tengo de tenerlas y la irritación desaparece", dice.