Histriónico, verborrágico, inquieto, caradura. Los adjetivos que caracterizan a un buen cronista de calle pintan las habilidades del mendocino que llegó a Buenos Aires "con una amano adelante y otra atrás", según él mismo contó en el piso de Intrusos.

El periodista comenzó en realidad como bailarín: junto a Marcela Baños participaron de 'Movete' un ciclo conducido por Georgina Barbarrosa en America, donde formaban un ocasional set de bailarines para artistas invitados, del estilo Lía Crucet.

Después de escribir en la revista 'Caras', llegó al canal C5N y recién ahi comenzó su floreciente carrera de cronista de calle. "Le conté parte de la historia de mi familia porque ella quería saber el parentesco que tengo con el perito", recordó de su encuentro con Cristina en el Calafate, teniendo en cuenta que Robertito es tatara nieto del Perito Francisco Pascasio Moreno.

"Le divertía la manera que tengo de contar las cosas. Hay buenas y malas noticias. Y yo trato en lo posible de contar lo lindo. Tampoco soy un tarado, se excatamente lo que apsa en la coyuntura, pero trato de destacar lo que yo se hacer", explicó sobre el halago de la mandataria y sobre su intención de trabajo.

"Cuando viene Marixa al canal, nos elige para bailar y yo en mi vida había pisado una bailanta", relató el periodista entre risas, una anécdota por demás de graciosa antes de pararse y recrear la famosa coreografía noventosa.