El juego recrea escenarios reales de las Islas, pero los pone bajo dominio argentino. El Ejército nacional es la policía, que persigue terroristas británicos. En el comienzo de las acciones, una leyenda recuerda cuando "argentinos se enfrentaron contra ingleses para recuperar la soberanía de sus Islas Malvinas".

Los diseñadores recrearon los lugares característicos del archipiélago, como la Catedral de Stanley, la redacción del diario Penguin News, la oficina del correo estatal, el hotel Malvina House y la firma Falkland Islands Company.

"Si bien es un juego agresivo y el tema de la guerra está instalado, no esperamos ninguna polémica. Honramos la gesta y a los caídos. No se le quiere faltar el respeto a nadie. Es un homenaje", explicó Fernando Llorente, integrante del equipo de comunicación y contenidos de Dattatec.com, a 'La Nación'.

Esta versión del popular juego Counter-Strike atenta contra la ferviente posición de "dialogar" por la soberanía de las Islas por parte del Gobierno Nacional, y a su vez, hiere la sensibilidad de miles de argentinos que sufrieron y sufren por la guerra.