Otro indignante caso de gatillo fácil en Isidro Casanova: el policía dijo que "se le escaparon tres tiros"
El chico salía de un boliche cuando un auto lo atropelló y estando en el piso el policía lo baleó dejándolo gravemente herido.
"El policía me dijo 'se me escaparon tres tiros'", contó la madre de Tomás Ramos, la víctima de 22 años, en diálogo con C5N.
"Me dijeron que mi hijo había tenido un accidente. Vivo cerca (del lugar) llegué en minutos y lo encuentro tirado en la calle, escucho los gritos y me dice: 'mami, por favor, no me quiero morir'. Había una ambulancia parada al lado de él", relató Flavia, la madre de Tomás.
La mujer aseguró que los médicos estaban "sin hacer nada" mientras su hijo gritaba de dolor, y describió la escena en la que ella misma sostuvo a su hijo en brazos y lo trasladó de la vereda a la camilla de una segunda ambulancia.
"Le pregunté a un muchacho que estaba ahí quién había sido el que le efectuó el disparo, y me dijo 'el que está ahí'. Entonces fui a enfrentar a esta persona, Gustavo Pedrozo, y paradito con las manos en el pecho me dijo 'se me escaparon tres tiros'. Le dije 'voy a ir a la comisaría y te vas a acordar de mí'. En ese momento nos tuvimos que ir al hospital porque mi hijo se estaba desangrando", relató.
Una oficial que atendió a Flavia cuando fue a la comisaría a hacer la denuncia por el hecho de violencia institucional le aseguró que a su hijo lo estaban atacando a golpes, cosa que no le consta a la mujer y el chico no tenía heridas de golpes.
"Me di cuenta que lo habían baleado en el mismo momento en que lo vi porque tenía la parte de lo que es la zona baja un agujero en el pantalón y se le veía todo", recordó.
Flavia pudo saber que el policía que le disparó a su hijo en los genitales lo hizo con una escopeta "anti disturbios", que tiene balas de sal, y no con la pistola reglamentaria.
Tomás fue atropellado por un auto en la puerta del boliche Jesse James de Isidro Casanova, y en el tumulto posterior se produjo la intervención y el ataque del policía.
El oficial fue trasladado a otra dependencia tras el ataque, según Flavia, porque el jefe policial se enteró de que el padre y los amigos de su hijo estaban "muy enojados" por el episodio.
Por ahora, el joven de 22 años sigue en estado grave y en el lento proceso de recuperación.
"Tomás está con un reposo de 30 días, con una sonda puesta, a la espera de una nueva operación. Le tienen que hacer una reconstrucción de uretra porque el proyectil le cortó un pedazo de uretra. No puede hacer pis por sus propios medios. Y tiene un agujero en la pierna donde sufrió una infección y por eso tuvo que ser internado de nuevo", detalló.