Todos morimos hoy o mañana.

No hay instante sin vida

y sin muerte.  

Está en la agenda

que suceda.

Buenos y malos,

mueren.

También los poetas.

Y hasta Jesucristo.

Y cientos

de dioses mitológicos

se murieron

no importa si merecida

o inmerecidamente.

De modo que Juan Gelman,

como cualquiera,

estaba en la agenda de la muerte.

“ A qué hora se mueren los poetas?

Se pregunta un viejo verso.

“A una hora cualquiera como

todas las horas”.

Juan Gelman, argentino

y poeta; de alta militancia

nacional y popular

y de trágica saga

familiar a manos de

verdugos.

Será larvas y cenizas,

Y no hay rango de calidad

en ellas. Un grumo

de ceniza

no puede pavonearse

de ser distinto que otro.

Pero ¿Será cierto que murió?

Lo dicen las noticias

y el desconsuelo

y el vacío que deja

un muerto, no importa

cuál sea.

Otro poeta decía que

“ los poetas viven

cuando mueren”.

¿Se refiere a Juan Gelman?

Entonces no es cierto que murió.