El buscador más importante de la web usa grandes extensiones submarinas de fibra óptica con información valiosísima. Esos mismos cables fueron atacados a mordiscos y la empresa tuvo que reforzarlos para evitar que se los comieran los tiburones.

Así de fantástica como suena, es una noticia real. El gigante de la tecnología online tuvo que reforzar sus cables con material Kevlar, que es cinco veces más resistente que el acero, para evitar que los tiburones los mastiquen hasta el punto de romperlos.

La solución parece haber dado resultado, según señaló la semana pasada Dan Belcher, encargado de un proyecto de Google, durante el evento Google Cloud Roadshow en Boston se demostró la eficacia del uso de material Kevlar, con el que se hacen chalecos anti balas, para cubrir los cables.

El problema de los tiburones comedores de cables no es menor ya que si esas líneas son destruidas, se interrumpiría el intercambio de información de Google entre los Estados Unidos y Europa.