Antonio López Chaj, pintor de origen guatemalteco, fue atacado por el guardia de seguridad de un bar después de que intentara parar una pelea en la que se encontraban sus familiares. Primero lo golpeó con un palo hasta dejarlo inconsciente, después le dio ocho patadas en la cabeza y finalmente le estrelló el cráneo contra el suelo en cuatro oportunidades.


Los médicos del hospital le removieron una parte del cerebro y del cráneo, dejando su cabeza severamente deformada. Permaneció seis semanas hospitalizado y un año y medio en un centro de atención. "Parte del cráneo ya lo había perdido cuando llegó al hospital. Le salvaron la vida, pero sufrió un daño cerebral significativo", informó su abogado, Federico Sayre, agregando que ha perdido gran parte de sus capacidades psicomotrices. "No puede hablar y requiere la atención de enfermeras las 24 horas", dijo.


Sin embargo, a pesar de la determinación del tribunal de Torrance -Californa- de esta millonaria indemnización, existen muchas incertidumbres sobre la posibilidad real de que los acusados puedan cumplir la sentencia, ya que tanto el dueño del bar como el guardia han desaparecido desde que se hizo pública la condena.