Le pegaron por ser gay y terminó internado
Un malentendido con un guardía de seguridad hizo que la víctima le confesara su condición sexual. De ahí en mas sufrió una seguidilla de agresiones hasta terminar internado en un hospital. El triste relato de quienes aún son atacados por una sociedad que no entiende.
Damián Marsero fue a bailar con su hermana pero el descenlace fue completamente inesperado. Efectivos de la unidad antidisturbios de la provincia de La Pampa lo golpearon brutalmente a la salida de un boliche porque le avisó a un guardia de seguridad que era gay.
Según aseguró en una entrevista radial todo comenzó cuando le dio una palmada en la cola a su hermana en broma. "Uno de los chicos que trabaja allí como seguridad me vio y se me acercó; me dijo que si le volvía a faltar el respeto a una mujer, me sacaba" comenzó el relato.
"Me pareció bien, pero le expliqué que la chica era mi hermana y ella también se lo dijo; pero nos siguió con la mirada y con una actitud amenazante", relató. Momentos después Mersero se acercó y le dijo que no se preocupara que él era homosexual.
Acto seguido el guardia le propinó una serie de insultos, situación que generó que el joven fuera a hablar con el dueño del boliche. "Cuando llegué a verlo, le dije que un empleado suyo me había discriminado y me dijo que no le importaba", contó.
Momentos después una mujer policía se acercó con intención de alejarlo del empresario y lo rasguñó. Ya afuera del boliche intentó regresar pero no lo dejaron.
Marsero les advirtió a los efectivos, que estaban en la puerta del lugar, que "me había sentido agraviado, discriminado, insultado y les dije que esto no iba a quedar así porque no correspondía; una situación surrealista".
"De estar hablando con la (agente de policía) adicional, caí al piso boca arriba, me tiraron gas pimienta en los ojos, la boca y la nariz, no podía respirar, no podía responder a los golpes que me daban; me dieron vuelta la cabeza y me la raspaban contra el cemento" continuó la descripción.
El joven terminó internado en un hospital y recién en la mañana lo dejaron partir. Cuando preguntó cual era su condición, si demorado o detenido, se le rieron en la cara.