Le otorgan una jubilación de privilegio a un exrepresor
Jaime Smart fue ministro de la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico militar y fue condenado, aunque sin sentencia firme. Hace cinco años que duerme en Casación. El reclamo previsional es por su actuación de juez de Cámara en un tribunal creado a principios de los 70 para tratar denuncias contra militantes sociales perseguidos.
Este miércoles el represor Jaime Smart logró cobrar una jubilación de privilegio por haber sido juez de Cámara en un tribunal de los 70 para tratar denuncias contra militantes sociales perseguidos.
Smart fue ministro de la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico militar y fue condenado por delitos de lesa humanidad, pero su sentencia no está firme. Ahora la Corte Suprema rechazó un recurso extraordinario del Estado Nacional en contra de su aplicación, por la que el ex represor reclama 12 millones de pesos.
Con los votos de Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti, el 4 de julio la Corte Suprema rechazó por "inadmisible" el recurso de queja que el Estado representado por el Consejo de la Magistratura presentó para discutir la decisión de la Cámara Federal de la Seguridad Social que por mayoría había habilitado a que Smart cobrase jubilación de privilegio por los años que fue ministro bonaerense.
Smart integró el gobierno dictatorial de la provincia de Buenos Aires en calidad de Ministro. La Justicia federal lo halló culpable de delitos de lesa humanidad cometidos durante aquellos años y lo condenó. La sentencia firme hace cinco años que está frenada en la Cámara de Casación.
Smart fue abogado defensor del represor Albano Harguindeguy y del ex policía Samuel Miara, genocida y apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa. En 2009 se convirtió en el primer civil en ser encarcelado mientras la Justicia lo investigaba como responsable del secuestro y la aplicación de tormentos al periodista Jacobo Timerman y de la desaparición del abogado Rodolfo Gutiérrez en 1978, en San Isidro. Llegó a juicio detenido. Fue, también, el primer civil condenado por delitos de lesa humanidad.
Fuente: Página 12.