"La capucha y los auriculares son su escudo de cada día", dice uno de los afiches que llama la atención sobre cómo el acoso callejero condiciona la manera de vestir y comportarse de mujeres y niñas en la vía pública.

Otro afiche muestra cómo este mismo tipo de agresiones cotidianas las obliga a cambiar su recorrido o temer circular solas por las calles.

Según la página de Facebook de 'Acción Respeto', "desde edades tempranas todas las mujeres son objeto de este tipo de comentarios agresivos e intimidantes, prácticamente todos los días de su vida. Esa es la realidad de muchísimas mujeres en su vida diaria".

"Socialmente minimizamos estas agresiones por considerarlas parte de nuestra cultura, y así las mujeres se ven llevadas a tolerar esta violencia y naturalizarla; y las que se quejan son tildadas de exageradas, hasta de malagradecidas", agregan.

La iniciativa se enmarca en las actividades que mundialmente se realizarán desde el domingo próximo por la Semana Internacional Contra el Acoso Callejero, que se conmemora cada año a instancias de la ONG Stop Street Harassment.

La coordinadora de la filial argentina de la asociación internacional 'Hollaback' contra el acoso callejero, Inti Tidball, explicó que el acoso callejero es una forma de "micromachismo" entendido como "forma cotidiana y naturalizada" de tratar a la mujer como objeto.

Los mal llamados "piropos" no son parte del folclore sino que estas prácticas son globales y se entroncan con la historia de la humanidad, que en algún momento relegó a la mujer a una posición de subordinación, agregó.