Los hechos ocurrieron en la apertura de una feria de joyas de la capital de Sri Lanka, Colombo. El hombre, de 32 años, que al parecer contaba con la ayuda de un cómplice, estaba averiguando el valor de la joya cuando, con disimulo, se la llevó a la boca y se la tragó.

Según la Policía, la pieza está valorada en 13.000 dólares. Sin embargo, fue descubierto por el encargado, que enseguida llamó a la policía. El ladrón fue detenido y trasladado a un hospital para que, con la ayuda de laxantes, expulsara la piedra preciosa,


El dueño del diamante, Suresh de Silva, había advertido en carteles que tragarse un diamante es muy arriesgado para los intestinos, ya que la punta del objeto puede causar heridas, .