En principio, se creía que los restos de una persona no identificada habían pertenecido al conductor suicida que hizo estallar la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994, quien habría sido Ibrahim Hussein Berro.

Pero ahora se sabe que la víctima 85 fue Augusto Daniel Jesús, quien al momento del ataque tenía 20 años y estaba haciendo un curso en la AMIA junto a su madre, María Lourdes Jesús, también fallecida en el ataque.

Según el sitio web de la Procuración General, la identificación fue posible a través de la asistencia pericial del Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF), del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación y del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.

Los fiscales de la UFI-AMIA –Sabrina Namer, Roberto Salum y Leonardo Filippini– habían ordenado la identificación una vez que se certificó la identidad de la madre y sobre comparaciones genéticas que muestran una correspondencia de 99,9999 por ciento.

"La prueba genética, ahora, permite concluir la identificación por una vía independiente y sólida y resulta determinante respecto del vínculo de Augusto Jesús con su madre, de modo de permitir concluir su individualización, a lo que se suman otras constancias del caso", se añade en el informe.