El banco HSBC, señalado días atrás como una de las entidades que generó la suba de la cotización del dólar, carga con serias sospechas de lavado y vínculos con el narcotráfico.

Fue en 2012 cuando el tesorero del HSBC en México, Gabriel Martino, luego de trabajar de manera eficaz para el banco de capitales británicos, fue enviado a Buenos Aires para quedar como jefe en nuestro país.

Desde su llegada, Martino estableció relaciones con diferentes actores políticos, entre ellos, el funcionario macrista y hermano del jefe de Gabinete porteño, Augusto Rodríguez Larreta.

Entre las diferentes fiestas en Punta del Este donde se los ve juntos, Augusto Rodríguez Larreta invitó a Martino a su casamiento que fue acompañado por su pareja, María Florencia Perotti. En la foto se puede ver a Martino, en un festejo junto a la mujer de Macri y el hermano de Larreta.

En Argentina, el banco suma actualmente unos 100 millones de pesos de multas por operaciones irregulares, aunque en 2012 la entidad apeló y aún está pendiente de resolución por parte de la Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal.

Según afirmó la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas, una fuente oficial dijo que mantienen la lupa sobre la entidad y sentenció: "Es un banco que nació para financiar la Guerra del Opio y sigue haciendo lo mismo”.

La Agencia también consignó que otro asesor de la administración central indicó que están pendientes resoluciones de multas aplicadas por la UIF y la AFIP, a raíz de investigaciones que incluyeron el allanamiento a la casa central del HSBC, y varias sucursales, con secuestro de documentación.

Además, la AFIP denunció que el HSBC ocultó información sobre las operaciones de varias empresas que blanquearon casi 400 millones de pesos durante el 2009. En este caso, la denuncia detalla la compra de facturas apócrifas con cheques que luego se depositaron en la entidad.

Pero las denuncias no sólo recaen en Argentina, sino que en Estados Unidos el banco tuvo que pagar una multa por más de 1.900 millones de dólares. Esa multa fue aplicada en el marco de una investigación del Departamento de Justicia.

En esa ocasión, el Senado estadounidense acusó a la conducción del HSBC de no frenar operaciones de lavado de activos de narcos mexicanos a pesar de tener indicios de que se trataba de maniobras irregulares.

Según constataron los investigadores, el banco envió desde México a Estados Unidos unos 4.000 millones de dólares físicos, que fueron llevados por camiones de caudales o aviones.