En una entrevista publicada por la publicación jesuita "Civiltá Cattolica", el Papa Francisco fue consultado acerca de su postura sobre los homosexuales, divorciados y el aborto. Además se refirió a su forma de conducirse políticamente en argentina.

Si bien explicó que prefiere no responder sobre el tema, Bergoglio llamó a acompañarlos “con misericordia”.


"Es necesario siempre considerar a la persona. Aquí entramos en el misterio del hombre. En la vida, Dios acompaña a las personas y nosotros debemos acompañarlas a partir de su condición. Es necesario acompañar con misericordia", dijo el Papa, al ser consultado sobre esos temas espinosos.

En cuanto a sus razones para preferir no referirse a los temas en particular, el Papa aclaró:   "No hablo mucho de esas cosas, y por ello he sido cuestionado. Pero cuando se habla, se necesita hacerlo en un contexto".

"No podemos insistir sólo sobre las cuestiones vinculadas al aborto, el matrimonio homosexual y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible", dijo el Papa y agregó: "No hablo mucho de esas cosas, y por ello he sido cuestionado. Pero cuando se habla, se necesita hacerlo en un contexto".

En el mismo sentido, pidió "misericordia" para la mujer que haya abortado y la situación "le pesa enormemente" y "está sinceramente arrepentida".

En otro tramo de la entrevista, en la que brindó importantes definiciones, el papa Bergoglio habló de su pasado en Argentina y dijo que "jamás" ha sido de "derechas".

"Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas", afirmó.