Especialista en cannabis sobre las restricciones del Gobierno: ''No son nada positivas''
Diario Registrado entrevistó a Eduardo Araujo, director de una consultora cannábica. Fitomejorador de Instituto Nacional de Semillas y dueño de la primera genética de cáñamo del país. El especialista habló de los perjuicios, contradicciones y retrocesos en los nuevos requisitos que impuso el Gobierno para inscribirse en el Registro del Programa Cannabis (Reprocann).
La nueva resolución 3132/2024 que presentó el ministerio de Salud el martes tiene varios aspectos restrictivos para poder anotarse en el REPROCANN, además de reducir la cantidad de plantas cultivadas por persona.
Diario Registrado entrevistó a Eduardo Araujo, director de CÑMO, consultora cannábica. En su haber, tiene el título de Fitomejorador de Instituto Nacional de Semillas y es dueño de la primera genética de cáñamo del país.
Lo consultamos sobre los nuevos requisitos que impuso el Gobierno para inscribirse en el Registro del Programa Cannabis (Reprocann). ”En mi opinión no son muy positivos para la comunidad cannábica, en primer lugar y lo que respecta a cultivadores individuales: limita a 6 metros cuadrados el espacio de cultivo, y limitar la cantidad de medicina que uno puede producir en su casa no tiene sentido", dijo Eduardo, integrante de Naturaleza Indica, asociación civil sin fines de lucro que tiene locales en La Matanza, y logra que "cualquier persona del país pueda acceder a su aceite medicinal de forma segura y gratuita" a través de su campaña Donar.
Y destacó la primer contradicción en aquello de exigir diplomatura o maestría en uso medicinal del cannabis: “Los médicos, ahora además de tener su matrÍcula al día deberán acreditar ante el ministerio tener conocimientos previos sobre cannabis medicinal, lo cual es complejo jurídicamente porque al día de hoy no existen cursos homologados ni por el ministerio de salud o ni por educación”.
Eduardo es el obtentor de la única genética de Cañamo industrial con menos de 0,2 %de Thc LUPIN 2010. Especialista en uso medicinal de la planta, consideró un error limitar a los cultivadores solidarios: “(La resolución) reduce a dos los pacientes que puede tratar un cultivador solidario; ósea, los cultivadores solidarios antes de esta resolución tenían un limite mucho más alto y eso le daba soluciones a las personas que necesitaban de su medicina y no podían acercarse a una ONG”. Y remató: “Hoy no van a poder sumar más de dos pacientes en su carácter de cultivador solidario”.
Un poco de historia
Araujo destaca el dato de que la dictadura cívico-militar, igual de asesina y desaparecedora de la industria nacional, “se encargó de cortar hasta el última brote que nacía y Argentina se quedó sin tener semilla”. Y contó cómo se recuperó esa autonomía en el país.
Como conclusión, mostró preocupación en dicha intervención del Estado: “En cuanto a las organizaciones de la comunidad cannábica argentina respecta, esta nueva resolución limita a las distintas formas de organizarse ya que el Estado solo va a reconocer a asociaciones civiles con personería jurídica y que cumplan con los distintos requisitos que exige para funcionar como tal".
Evidentemente no hay más libertades en el país, sino restricciones. También para la industria de una de las plantas medicinales que más propiedades ofrece, y sin embargo, es "el remedio para un gran mal" más cuestionado del mundo.