En Denver, Batman, no garantiza seguridad
La tragedia del cine donde se estrenaba la nueva película de Batman ya es un éxito mundial. Y obviamente , también en nuestra cadena mediática privada. “¡UY dale! –se refriegan las manos en los canales y redacciones- este fin de semana nos vino un regalo inesperado de fruto fácil”, se dicen. Claro, el material principal viene todo de afuera. Se sabe que hay éxitos que no son necesariamente festivos. Éxitos que en lugar de aplausos provocan llanto.
Hay funerales más exitosos que los nacimientos, casamientos y fiestas de quince. ¿O acaso el género “ realismo mágico tragedista” no ocupa el podio de los ratings y de taquilla mediática en la Argentina?
La masacre que conmueve a los Estados Unidos aporta material de mucha carnadura psicológica, sociológica y política. Es una fuente de tanta fertilidad como la de la soja. Y también como ella rinde óptimos beneficios. Da para todo y provoca un exceso de demanda periodística. Por suerte hay aquí los más variados especialistas. Los hay expertos en Batman y en malvados que odian a Batman; y los hay expertos en masacres, expertos, en psicología a distancia, expertos en comparación de situaciones similares, expertos en héroes de comics, expertos en determinar el origen metafísico de la tragedia etc.
Uno en casa se entretiene. ¿Viste? Y sin ser malo comenta que allá siempre sucede alguna de estas calamidades humanas. Algo allá pasa que hace germinar estas acciones individuales alienadas. ¿Alienadas o cerebrales ? Uno entonces , en casa, se alivia por contraste de la sensación de inseguridad que lo tiene “sensacionado” y tembloroso de pensar en salir de noche a la puerta a dejar la basura mientras adentro está el televisor encendido en TN lleno de desgracias. Una pregunta: ¿Cómo será la sensación de inseguridad en Denver? Ni Batman pudo garantizarla. Pero la película sí, tiene garantizado más éxito que antes de la masacre.