Linder, el mayor fabricantes de ataúdes de Polonia, decidió mantener su audaz estrategia de ventas con un calendario donde muestran sus productos junto a bellas modelos. A partir de este movimiento publicitario, la empresa aumentó considerablemente sus ventas.


Por su parte, la Iglesia católica se pronunció en contra de esta estrategia de marketing asegurando que la muerte debe ser respetada y no explotada con mujeres semidesnudas.