En el Gran Templo Paso, ubicado en el barrio porteño de Once, se concretó la ceremonia religiosa con bendición sacerdotal que instauró el madrinazgo presidencial para el joven, séptimo hijo varón del matrimonio conformado por Ester y Salomón.

"Cuando Iair nació, en 1993, nos comunicamos con Presidencia para ver si era posible el padrinazgo presidencial y nos contestaron que no, porque la Constitución no lo permitía en esa época", contó su papá.

Pero "como mi hijo es un chico brillante, un investigador, se informó y así supo que ahora sí es posible que un judío acceda a ese privilegio, que también es un privilegio para nosotros", agregó el orgulloso padre.

Con los ojos brillosos de las lágrimas el joven destacó que "las políticas inclusivas de la Presidenta, como ésta que me permite ser su ahijado, son las acciones que más admiro de ella".

Fue Ester la que lo acompañó en sus trámites, porque "me encantó su empuje y lo apoyé. Hoy, me siento feliz de estar compartiendo en familia este momento", reseñó la mamá, rodeada de otros tres hijos, ya que los demás viven en el extranjero.

Con los ojos brillosos de las lágrimas que no se animaban a escapar, el joven destacó que "las políticas inclusivas de la Presidenta, como ésta que me permite ser su ahijado, son las acciones que más admiro de ella. No excluye a nadie. No discrimina".

Él llegó a la Oficina de Madrinazgo que depende de la Secretaria General de la Presidencia de la Nación para iniciar el trámite: "Me recibieron muy bien, me facilitaron todo, y cuanto tmé conciencia de que era posible, y que además, Cristina Kirchner iba a ser mi madrina...bueno, doble emoción", añadió.

La Presidenta estuvo representada por la edecana María Isabel Pansa, comandante del Ejército, también visiblemente conmovida.

"Un sentimiento que genera las primeras veces, ya que soy de la primera promoción de mujeres de mi Fuerza, del primer grupo de edecanas y ahora estoy en la primera ceremonia de madrinazgo para una persona de religión judía".

Ella reflexionó que "como todo camino que se abre, al no haber modelos, hay que construirlos, por eso es especial", idea que completó el rabino Yosi Baumgarten, quien ofició la ceremonia, ya que espera "que otras personas de nuestra comunidad conozcan que tienen este derecho, la posibilidad de acceder al madrinazgo presidencial".

El rabino inició el ritual destacando el significado del número 7 para el judaísmo, ya que Dios creó el mundo en 6 días y en el séptimo descansó "por eso nos abocamos ese día a conectarnos con Dios, no significa que no hagamos nada, porque no hacer nada, significa retroceder", reflexionó el religioso.

Baumgarten agradeció a la Presidenta y a los padres de Iair, nombre que significa 'iluminar', y le dijo al joven que debía ser "un ciudadano judío orgulloso de vivir en un país libre".

Los papás de Iair son "cohanim", es decir sacerdotes que "tienen el privilegio de bendecir", relató el rabino, que fue lo que hicieron con su hijo y con todas las personas presentes en la sinagoga.

En torno a vasos con vino que circularon entres quienes asistieron al templo, la ceremonia cerró con el rabino destacando "este día histórico", bendiciendo a la Presidenta y pidiendo que "Dios nos de salud, alegría y disfrute".

Una medalla y un diploma entregado por la edecana certificaron formalmente el nuevo posición como el primer ahijado presidencial de religión judia que tiene un sueño: "Me encantaría conocer a la Presidenta, sería un honor, un placer", reconoció el muchacho.

Desde 1907, el titular del Ejecutivo Nacional puede apadrinar a los séptimos hijos varones católicos, según la ley 20.843 que fue modificada por decreto presidencial en el 2009 para incluir en el beneficio a personas de otras religiones.

También pueden solicitarlo los cónyuges, los convivientes de hecho, madres o padres solteros de siete hijos o hijas "sin que sea impedimento que, intercalados entre los siete varones, haya nacido otro hijo de sexo femenino, o entre las mujeres alguno del sexo masculino", señala el decreto.

Establece además que el madrinazgo "se concederá al séptimo hijo por orden cronológico de nacimiento, en línea recta sanguínea de madre o padre" y que la condición de ahijado presidencial "se perderá en caso de sentencia judicial condenatoria firme por delito penal".

Para establecer el número de hijos, se incluye a los que sean adoptados, y los ahijados reciben una beca educativa.