El joven premiado por la NASA que murió en un asalto en Villa de Mayo
Un asteroide lleva su nombre, luego de que la agencia norteamericana espacial premiara a David Varlotta, de 24 años, por un proyecto que realizó junto a otros jóvenes innovadores. El científico fue asesinado de un balazo en la espalda por delincuentes que quisieron robarle el auto, después de agonizar una semana en el hospital.
David Varlotta murió este domingo, luego de luchar por su vida durante una semana entera. El pasado lunes, el científico había recibido un disparo en la espalda, luego de que delincuentes lo atacaran para robarle el auto.
Increíblemente, la NASA le había puesto el nombre de David y del resto de los jóvenes que participaron de un proyecto, a un asteroide, como premio del avance que habían logrado.
El proyecto había sido presentado en 2011 por Varlotta, Ruth Maurente, Elisa Bustamante y Julio García, de la Escuela Técnica 12 "Libertador General José de San Martín" de la Ciudad de Buenos Aires.
Consistía en producir alimentos de huerta cultivados sin sustratos ni aguas contaminadas, para alumnos de una escuela de frontera de Jujuy, donde la minería había contaminado sistemáticamente las napas.
Para lograr que esa granja natural funcione, idearon un sistema de destilación de bajo costo, propulsado por energía solar, que libera de metaloides y bacterias el líquido, volviéndolo nuevamente apto.
Por este proyecto, el chico asesinado y el resto del equipo habían obtenido el segundo puesto en la 62a. Feria Internacional de Ciencia y Tecnología, que se llevó a cabo en la ciudad de Los Ángeles.
Pero la historia no terminaría allí. Sino que en una entrevista para la Tv Pública que data de 2013, el propio Varlotta contaba que la NASA había tomado nota de este logro científico y, como homenaje, había puesto el nombre de los jóvenes a un asteroide.
"No podía creerlo. Creo que es algo que me supera, algo que nunca esperé y muy asombroso", expresó Varlotta en aquella oportunidad.
Durante ese año en que fue premiado, el joven había sido recibido por la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, gracias a la importancia de su avance científico.