El Hospital Garrahan es un ente autárquico de administración compartida entre el gobierno de la Ciudad y el Estado nacional, pero mientras la parte que debe aportar al presupuesto el Ministerio de Salud de la Nación se cumple, la administración de Mauricio Macri no hace lo propio con su mitad.

Así, en 2014 el recorte efectuado por la Ciudad fue de 113 millones de pesos, mientras que en 2015 el recorte llega a 226 millones de pesos. La crisis llegó el 27 de agosto, cuando Macri acordó enviar una partida de 44 millones contra los necesarios 158 millones de pesos correspondientes a la paritaria salarial.

Ante el silencio del gobierno porteño frente a los reclamos efectuados por el personal del nosocomio, el mismo personal implementó medidas de crisis, aunque sin paro de actividades, postergando obras en curso, restringiendo la adquisición de equipamiento e insumos.

Según indicaron, además de peligrar la continuidad del desarrollo científico y la investigación, de no girar la Ciudad los dineros que debe, se verán perjudicados los recursos humanos, los salarios y la propia actividad asistencial.