Detectan más maniobras fraudulentas para aumentar precios
Los controladores del programa "Mirar para cuidar" informaron que hubo aumentos motivados sólo por las fiestas, desabastecimiento y dispersiones de precios de hasta 200 por ciento en los mismos productos, en idénticas cadenas de supermercados. Recorré las diferencias por barrios y provincias.
El monitoreo impulsado por el gobierno nacional con el programa "Mirar para cuidar" volvió a registrar más maniobras en torno a la formación de precios para el consumidor.
Se produjeron situaciones de desabastecimiento en distintas provincias y se observaron dispersiones de hasta 200 por ciento en los precios del mismo producto, en la misma cadena de supermercados.
También se detectaron engaños a los inspectores, con motivo de evadir el acuerdo de precios establecido por el Gobierno con los supermercadistas.
Según los últimos informes, se observaron faltantes de determinados productos claves en la lista de precios acordados, como detergente, leche, yerba mate, azúcar y azúcar.
Los inspectores designados lograron detectar además que en muchos casos las reposiciones se efectuaban al momento de la inspección, incluso que las remarcaciones de precios venían inmediatamente después de que se retiraban del establecimiento.
Además informaron sobre situaciones insólitas, como la advertencia del personal de los supermercados que estaban "disfrazados" de consumidores, encargados de vigilar bien de cerca a los inspectores.
Los aumentos injustificados
En Capital Federal las diferencias entre supermercadistas son muy amplias: el café la Morenita varía de $18,45 en Carrefour a $15,45 en Disco, mientras que el jugo Cepita, que en un supermercado como Día cuesta $4,59, en Vea sale casi el triple, $15,59. En un escalón medio de precios se ubican Coto, Jumbo, Vea, Walmart, y Día, todos exhibiendo precios diferentes, pese a ser establecimientos vecinos.
El la misma cadena de supermercados, el kilo de cebolla blanca puede encontrarse en las góndolas con una dispersión de hasta 188 por ciento entre el establecimiento Día de Avenida Directorio ($4,99), y el Día ubicado en la calle Iriarte ($14,39), de la Ciudad de Buenos Aires.
El detergente líquido Ala puede encontrarse a $6,99 en el Vea de la avenida Acoyte, mientras que en el Vea ubicado en la calle San Juan el precio del mismo producto es un 17 por ciento mayor, a $8,19.
El dulce de leche en el Walmart de Cabildo se consigue a $13,50, mientras que en la sucursal ubicada en la avenida Honorio Pueyrredón, a $8,35, marcando el primero una diferencia de 55% más caro respecto del segundo.
Además aparecieron las falsas ofertas navideñas, donde se exhibe el cartel "oferta" para tallarines Terrabusi, a $8,09, cuando en realidad lo que se produjo fue un aumento en el precio de casi 4 por ciento a nivel mensual, desde octubre (los mismos tallarines costaban $7,49 en octubre).
El mismo caso se observó en la yerba mate CBSe de Guaraná con un precio de $24,39 exhibido en diciembre, pero que en realidad tuvo un incremento de 13,3% mensual desde octubre.
Estas estrategias se suman a las conocidas en las últimas horas. Algunas empresas lanzaron productos casi idénticos a los acordados con el Gobierno, argumentando alguna diferencia de calidad indistinguible a los ojos de los consumidores.
Por ejemplo, las firmas como Mastellone, con sus productos La Serenísima, las marcas Ayudín y Cindor aumentaron los precios de manera exorbitante sin justificación, desde todo punto de vista, con subas de hasta un 300% desde la vigencia del acuerdo.
En los últimos seis meses se observaron más subas injustificadas en el queso rallado, que tuvo una suba mensual de 71%, de noviembre a diciembre; las galletitas Mayco y las Cerealitas, una suba de 45%, en el mismo período; las hamburgueses congeladas Swift, un incremento de 24%; y el puré de tomate la Campagnola de 520 gramos, subió 21,2% en un mes.
En los operativos se detectó que en Caballito, los códigos de barra de los productos en la góndola no son los mismos que tienen los cajeros a la hora de registrar la compra, con una diferencia siempre perjudicial al consumidor. En tanto que en San Isidro se observaron productos señalizados como integrantes de la lista de acuerdos de precios, pero con importes mayores a los acordados.
En Palermo se detectaron carteles en góndolas que decían "sin stock", a pesar de que no existía desabastecimiento del producto.
Los relevadores contaron movimientos rápidos para "disuadir a los inspectores a retirarse del establecimiento sin terminar de cumplimentar su tarea", como pasar por su camino el lampazo en plena tarea de control o reposiciones repentinas.
Ayer, fuentes del Ministerio de Economía adelantaron que el nuevo acuerdo de precios para 187 productos que se encuentra en ciernes irá acompañado de una política de "administración de precios", distinta al "congelamiento de precios".
Aquellos que incumplan los acuerdos o realicen "avivadas" en el resto de los 10.000 productos monitoreados en supermercados y en toda la cadena de proveedores, se les aplicarán las "distintas figuras legales disponibles tendientes a corregir esos desvíos".