Casi por casualidad un fotógrafo esperó la salida de la banda Megadeth del estadio Luna Park. Obviamente, rodeados por un cordón de seguridad, algunos pertenecientes al staff de la banda, pero otros, de civil, funcionando como "seguridad privada" del estadio Luna Park.

Pero, entre los seguridad, le llamó la atención una cara conocida: cabeza calva, barba blanca, espalda ancha: era Juan Carlos Blander, quien lideró los brutales ataques a Tiempo Argentino y Radio América, considerados como uno de los hechos más repudiables del siglo en cuanto a libertad de prensa.

Pero su historia con los espectáculos y el rock no es nueva. Sino que Blander es dueño de All Access, a muchos les sonará el nombre de la firma, otros que laburaron en el rock en algún momento saben que es una de las empresas de seguridad más contratadas del sector.

All Access S.R.L. está presente en gran cantidad de festivales importantes, y de espectáculos, sobre todo, de rock. Su dueño es este patotero violento, que está imputado por la Justicia por los delitos de daño calificado, amenazas e interrupción en un medio de comunicación, entre otros.

Pero también no es la única causa con la que carga este personaje siniestro. El patovica tiene antecedentes de haber golpeado a un fotógrafo de Perfil en 1998, y en 2012 mató a Juan José Aguerre, de 60 años, tras embestirlo con su auto en una ruta formoseña.

Pero, con este terrible currículum y todo, el hombre sigue siendo un "histórico prestador de recitales masivos", como afirmó un periodista de Radio América, y es contratado nada más y nada menos que por el estadio Luna Park para "cuidar" de sus eventos más importantes.

El última dato es aterrador. La sociedad All Access continúa trabajando gracias a que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires renovó la autorización para operar como vigiladora privada. Eso sucedió sólo 72 horas después del ataque a los medios de comunicación.