Desarrollan hiperrealistas muñecas sexuales que también pueden conversar
Por si quedaban dudas sobre lo que las mujeres representan para la mayoría de los hombres, el avance tecnológico incluso permite que estos dispositivos robóticos contesten preguntas con frases programadas. Las respuestas se pueden programar según "modos", por ejemplo, familiar, romántico o sexual.
Desde la primera robot sexual de la historia pasaron siete años. En 2010, Roxxxy generó revuelo como la evolución de las muñecas inflables o de silicona, pero el avance tecnológico no para. Harmony 2.0 mejoró esa búsqueda estética de reproducir los cuerpos de la industria del porno, pero le agregó además inteligencia artificial.
Las máquinas están equipadas con sensores mediante los cuales reaccionan al tacto y hasta es posible elegir sus rasgos de personalidad. Lo único que le falta es caminar...
Harmony 2.0 relaciona cuerpo y cerebro a través de una aplicación y hasta promete construir relaciones personales con sus dueños al recordar hechos y datos. Además puede ser programada con 18 diferentes rasgos como "tímida", "sexual", "sumisa", "cariñosa" o "fogosa". Demás está decir que el cuerpó de la muñeca se pide a gusto y piacere: se puede personalizar los genitales, elegir entre varios rostros, color de piel, entre otras opciones. Son 18 opciones femeninas y apenas dos masculinas.
"La idea del robot es ayudar a alguien a encontrar un nivel de compañerismo que no pueden lograr de otra manera", afirmó Matt McCullen, CEO de RealDoll, según reprodujo infobae.com.
Los precios comienzan en 6.500 dólares y según la configuración deseada pueden llegar a costar 12 mil, pero estarán disponibles recién para finales de 2017.
Estudios de la Fundación para la Responsabilidad Robótica (FRR) advierten sobre "riesgos" como el incremento de la cosificación de las mujeres, el aislamiento social o la alteración de la percepción en cuestiones de consentimiento, ante la expansión del mercado de este producto.