La historia la contaron los mismos protagonistas, casi incrédulos de lo que acababan de hacer. Es que se casaron en el Registro Civil de Pilar y apenas terminó el trámite, tomaron la ruta y enfilaron para Asunción de Paraguay.

Si bien están juntos desde hace trece años, la decisión no fue llevada por el amor o el compromiso sino por la pasión hacia la camiseta celeste y blanca.

El hombre es tan fanático de Racing -la flamante esposa parece dispuesta a acompañarlo en su locura o ser muy buena haciéndole la segunda- que se pidió los días correspondientes por ley, se casó, y se fue en busca de la Copa Sudamericana.