Conocé la primera 'heladera social': en la calle, gratuita y de calidad
Tres restaurantes tucumanos decidieron aunar fuerzas para evitar que su excedente vaya a parar a la basura. Quien no pueda pagar, simplemente toma lo que necesita.
La iniciativa de Fernando, el dueño de una verdulería en Tucumán, nació al ver a una familia entera recorriendo contenedores de basura, más precisamente, cuando el padre introdujo a su niño para que busque algo de comer entre los desperdicios de un restaurante. Ese día decidió olvidarse de los consejos que le daban sus asesores legales, y decidió dar el primer paso: instaló una heladera con alimentos gratuitos para las personas que no podían comprarlos.
Además de su comercio, en el mismo espacio funciona un restaurante vegetariano y un local ya conocido en la capital tucumana, 'El árbol de Galeano'. Además, sus dueños también administran otro restaurante más céntrico, 'Plaza de Almas'. Entre los tres proyectos culinarios, se produce muchísima comida que los clientes no tocan: antes, todo eso iba a los desechos, pero ahora están a disposición de los que menos tienen.
"La comíamos nosotros, pero es realmente mucho y la mayoría se tiraba", reflexiona Fernando en una entrevista con Periódico Móvil, sobre ese excedente de alimento. En realidad, el ideólogo detalló dos categorías: los platos que los clientes no tocaron -porque no se lo preparó a su gusto o porque hubo un error en el pedido- es "sobrante", mientras que el "excedente" es la comida elaborada que se ha preparado con anticipación, pero que no se vendió durante la jornada.
La comida se guarda en porciones individuales, en un envase descartable y envuelta en un papel film, de manera que la persona que la retira pueda llevarla.
Lo que frenó su idea durante casi un año, fueron las negativas de su abogado que le recomendaba no hacerlo, ya que no existe una legislación sobre la donación de comida y podría traerles problemas. La indecisión quedó atrás y la primera 'heladera social' lleva casi una semana rellenándose sin que nadie se hayan generado discusiones o enfrentamientos violentos.
Hasta el momento, muchos vecinos tomaron de buena manera la propuesta y colaboran diariamente, comprando para poner directamente en la heladera y hasta otros comerciantes han colaborado.