Chocobar volvió a vestir el uniforme de la policía y a portar un arma
No es una grata novedad que la fuerza policial haya reincorporado a un oficial que no tiene muchos complejos en disparar a matar. Uno de los símbolos de la política represiva del macrismo, volvió a las calles con su arma reglamentaria.
"Darle las herramientas para que ellos puedan actuar", decía indignado el Presidente al conocerse el fallo judicial que definía el incorrecto accionar de Luis Chocobar, quien a poco tiempo de llegar a juicio oral -ya procesado por homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber- continúa cumpliendo funciones. Es más, nunca fue separado de la fuerza luego de estar detenido por 76 horas.
La foto que comenzó a circular en las redes sociales no hizo más que reavivar la polémica, lo terrible es que con la bendición de las máximas autoridades -como lo son Macri y Patricia Bullrich- el tiempo de licencia que le otorgaron al oficial se terminó este fin de semana, por lo que sus compañeros lo recibieron de vuelta en funciones con alegría, según reprodujeron sitios alineados con el Gobierno en las últimas horas.
"Con el asesino Chocobar patrullando nuevamente nuestras calles, a la par del resto de los efectivos que lo recibieron “con vítores”, porque se ven a sí mismos en ese espejo, ratificamos la necesidad imperiosa de desarrollar y fortalecer la lucha organizada contra la represión, que ayer vimos descargarse contra los trabajadores del Astillero Río Santiago en La Plata y contra lxs manifestantes ambientalistas en Córdoba, y que nos cuesta la vida de más de una persona por día con el gatillo fácil o la tortura sobre detenidxs", repudiaron desde CORREPI.
Según repasó Diario Popular, la semana pasada la ministra Bullrich fue a visitar al policía a su casa junto con la senadora Gladys González. La noticia a darle era que en pocos días más estaría de vuelta en funciones.
El 8 de diciembre de 2017 Chocobar mató al agresor de un turista estadounidense: el joven Juan Pablo Kukoc de 18 años fue perseguido y herido por la espalda en el barrio de La Boca. El efectivo estaba en franco y le efectuó dos disparos, en la pierna y el glúteo, que provocaron su muerte días después en el hospital Argerich.