Brutal golpiza a un joven en un boliche de Ramallo: lo habían amenazado por ser gay
Federico Pasquali, estudiante de medicina de 22 años, fue amenazado dentro de un local bailable de la localidad bonaerense: "A vos, putito de mierda, te tenemos que sacar", le habían dicho. Una vez afuera, no pudo controlar su bronca e intentó golpear a un empleado de seguridad y terminó ensangrentado y esposado en el hospital. Todo sucedió en la calle delante de un patrullero, cuyos oficiales aguardaron a que terminara la agresión para llevárselo detenido.
El joven estudiante de medicina de 22 años, Federico Pasquali, había viajado hasta Ramallo a visitar a su familia y para festejar el cumpleaños de uno de sus amigos en el boliche Mata Muá Bar de la localidad bonaerense. La noche transcurrió normal, de hecho, permanecieron en el sector VIP por ser invitados del cumpleañero, sin embargo, cuando llegó el dueño del local todo cambió.
"Estábamos en el VIP porque el cumpleañero era conocido del boliche porque había trabajado ahí, pero de pronto aparece el dueño, lo llama a parte a mi amigo y le dice que antes de las 4:30 de la mañana nos teníamos que ir de ese lugar porque llegaba 'la gente linda'", le dijo Pasquali a Infobae.
Según describió la víctima, fue el propio dueño quien ordenó que retiraran de ese sector al grupo entero, donde también había chicas trans. Para evitar inconvenientes salieron del área reservada pero comenzaron a ser hostigados por la gente de seguridad, incluso Federico relató las amenazas: "A vos, putito de mierda, te tenemos que sacar".
Al comentar esto con el grupo se convencieron de que lo mejor era abandonar el lugar, de hecho cuando pidió explicaciones, la gente de seguridad insistió: "Puto de mierda, ya te dijimos que te vayas de acá porque vas a cobrar", reprodujo el joven la segunda intimidación.
A pesar de haber salido del local, su bronca pudo más y regresó con el afán de desquitarse a los golpes, pero no salió como esperaba. Tal y como muestra la imagen de la cámara de seguridad, Federico arremete contra el empleado de seguridad pero rápidamente es reducido en un forcejeo y termina en el suelo.
Todo sucedió frente a algunos jóvenes que esperaban en la vereda y, según relató la víctima, a la vista de oficiales locales que aguardaron mientras la gente del boliche le propinaba golpes a discreción, para luego esposarlo y llevarlo al hospital.
"En frente del boliche hay estacionado siempre un patrullero, los policías esperaron a que terminen de pegarme, me esposaron y me llevaron al hospital. No me dejaron llamar a mi familia, mi hermana se enteró por mi amiga que estaba ahí y vio todo, pero cuando llegó no le permitían hablarme, después de eso me llevaron a declarar", describió el destrato propio de la homofobia.
En declaraciones a una FM local, el hombre de seguridad dijo que las lesiones fueron producto de la caída al suelo, pero Federico dio su versión: "Lo del patovica que dice en la radio que me tiró al piso y yo solo me hice todo, me parece que tengo varias lesiones como para que el piso me haya hecho todo", afirmó al aclarar que fue salvajemente golpeado por varios 'patovas'.
La queja de su familia en las redes