Apoyo al reclamo por Malvinas
Según un relevamiento, la opinión pública tiene mayoritariamente una evaluación positiva de la política del gobierno nacional por el reclamo de soberanía de las Islas Malvinas.
Así lo revela una encuesta realizada por la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados, dirigida por Enrique Zuleta Puceiro.
Según la investigación, incluso el futuro del conflicto es estimado de modo favorable: el 62,7 por ciento de los encuestados se mostró optimista acerca de los próximos escenarios de la disputa, más allá de que se considere que el Reino Unido no se sentará a negociar.
“Malvinas es una cuestión trágica, profunda, muy personal en cada uno de los argentinos. Aunque no aparezca dentro de las urgencias cotidianas, la política exterior sobre Malvinas cuenta con el apoyo de la opinión pública”, dijo Zuleta Puceiro.
El trabajo se desarrolló entre el 25 de marzo y el 4 de abril, y se basó en una muestra de 1200 entrevistas directas a una población mayor de 18 años, residentes en 65 localidades de todo el territorio nacional. Entre otros puntos se pidió al encuestado una evaluación de la política argentina ante el conflicto de las Malvinas, se consultó por las posibilidades de que el gobierno del Reino Unido se siente a negociar, se indagó la causa del conflicto y cuál es el país con mayor grado de responsabilidad; por último se preguntó por el grado de optimismo o pesimismo acerca de la situación futura del conflicto.
“De todas las áreas del gobierno, la política exterior es la mejor conceptuada. Junto con los derechos humanos son los dos ejes centrales explicativos del apoyo al kirchnerismo –sostuvo Zuleta Puceiro–. Las dos áreas tienen tesis fuertes, cuyos argumentos no son los mismos que los de otros tiempos, donde primaba una actitud meramente diplomática o reivindicativa en general.” Con relación a la cuestión Malvinas, el analista consideró que “no está en el primer umbral de percepción”, que “no puntúa entre los temas de las prioridades sobre las cuales se puede hacer algo”, pero que, de todas formas, “cuenta con el apoyo de la opinión pública”. Malvinas “suscita un posición de fondo, y no una política coyuntural. Pero eso es bueno –dijo Zuleta Puceiro–. A Gran Bretaña, en cambio, se le atribuyen finalidades espurias, y en general eso no se le plantea al gobierno argentino”.
El 48,4 por ciento de los encuestados consideró bien o muy bien a la política exterior argentina relacionada con las islas. El 29,5 por ciento la estimó regular, el 18 por ciento la consideró mal o muy mal, y el 4,1 por ciento restante prefirió no responder. “Según su opinión, ¿qué país cree que generó el nuevo conflicto sobre las islas?”, indagó el cuestionario. El 60,6 por ciento de los encuestados aseguró que el responsable es el Reino Unido; el 19,7 por ciento dijo que es Argentina; el 16,4 por ciento eligió a ambos países como causantes del conflicto; mientras que el 3,3 por ciento prefirió no contestar.
El sondeo consultó también cuál es la principal causa del conflicto. El 26,2 por ciento dijo que es un conflicto por la soberanía de las islas; el 20,5 argumentó que es por los recursos naturales y el petróleo; un 18 por ciento indicó que ambos países lo utilizan como mecanismo de distracción; otro 18 se inclinó por pensar que es un pretexto del gobierno argentino para distraer a la opinión pública interna; mientras que el 9 por ciento de los encuestados, en cambio, sostuvo que es un conflicto por la posición estratégica militar. El 4,9 no respondió y el 3,3 restante adujo que es un pretexto del gobierno británico para distraer a su propia opinión pública.
Ante la consulta de si hay alguna probabilidad de que, con el nuevo clima internacional, el gobierno del Reino Unido acepte negociar la soberanía de las islas, el 53,3 por ciento lo consideró nada probable, y un 32 por ciento lo estimó poco probable. Del total, sólo un 13,1 creyó probable tal escenario, mientras que el 1,6 no respondió.
Con todo, sorprendió la posición optimista que expresó la población consultada. Pese a la certeza de que los británicos no se sentarán a negociar, el 62,7 por ciento de la muestra se reconoció optimista respecto de la situación futura del conflicto. El 27,4 por ciento dijo ser pesimista, el 9,5 se manifestó ni optimista ni pesimista, mientras que el 0,5 optó por no contestar.
“La opinión pública es optimista en cuanto al cambio en el marco conceptual del conflicto –interpretó Zuleta Puceiro–. La discusión hoy es más profunda, hay otros argumentos, se habla de derechos, se involucra a los organismos regionales, internacionales, es un abanico más amplio que le permite a la gente ser optimista, al margen de que no espera que Gran Bretaña se siente a negociar.”
Fuentes: Página 12 y agencias