A Nik no le va a ser fácil despegarse de sus plagios a Quino, de sus mentiras descaradas sobre supuestas amenazas y de su odio constante. Se lo recuerdan permanentemente sus detractores, algo poco común en su rubro, donde ni siquiera sus colegas lo quieren a su lado.

Esta vez se subió a una fake news que hablaba de un cortocircuito entre Messi y Scaloni con Chiqui Tapia por un supuesto pedido del Gobierno para que usen un brazalete en homenaje a Hebe de Bonafini, lo que nunca ocurrió y además no podría haberse llevado a cabo porque está prohibido por la FIFA.

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