Cómo es ver el mundo con los ojos de un daltónico

Apreciar la variedad de colores y tonos de todo lo que nos rodea parece algo dado pero en realidad es un privilegio al que muchas personas en el mundo no pueden acceder. 

Los seres humanos percibimos la luz a través de las células sensoriales de la retina. Estos fotorreceptores se dividen en bastones y conos, mientras que los primeros responden a las señales luminosas de baja intensidad- en la noche, por ejemplo- los segundos son los encargados de la visión diurna y de distinguir los colores. Hay tres tipos de conos y cada uno de ellos es responsable de percibir los colores primarios de la luz: el rojo, el verde y el azul.

"En una persona no daltónica la combinación de estos tres colores le permite discernir una muy amplia gama de tonalidades intermedias, pero cuando uno de estos tres tipos de conos falta o funciona defectuosamente aparece el trastorno denominado daltonismo o ceguera al color", indica la Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana. 

Ejemplos: 

Existen diversos tipos de daltonismo. Por ejemplo, utilizando la página web Color-Blindness puede experimentarse cómo ven algunas personas. 

Además hay efectos de variaciones de color más leves y, por otro lado, casos extremos como monocromatismo donde se da una sensibilidad extrema ante la luz. 

Las dos pruebas más extendidas para detectar un posible grado de daltonismo son el test de Farnsworth, en el que el paciente debe ordenar gradualmente las tonalidades, y las láminas de Ishihara, en las que se debe identificar un número de un color determinando sobre un círculo de otra tonalidad.

Actualmente existen anteojos que permiten corregir algunas de estas anomalías mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el planeta. 

Vía: Verne