La escena es casi bizarra. Jorge Macri paseaba por Florida con su ministro de Seguridad, Waldo Wolff y otro de sus colaboradores, más todos los que estaban detrás de cámara, cuando se escuchó que un pibe que pasaba por ahí le gritó: “Macri hijo de puta”.

Lejos de ignorarlo o dejarlo pasar, el Jefe de Gobierno reunió a su grupo y con la custodia de un par de efectivos de la policía (por las dudas) encararon en patota al pobre pibe para que intentara justificar su insulto, pero tal vez lo más bizarro es que Macri le pregunta: “¿Qué tiene que ver mi mama?” como si fuera un nene de jardín de infantes.

El pibe trataba de explicarle que era un insulto, tal vez el más usado por los porteños, a los que claramente el jefe de Gobierno parece no conocer, y terminó haciendo lo que le pedía, putearlo a él y no a su madre: “Muchas gracias por todo lo que estas haciendo, sos un garca”. Y Macri se quedó mas tranquilo porque no insultaron a su madre.

Párrafo aparte merece el inefable Waldo Wolff, quien de lejos le gritaba al pibe que era un maleducado y un cobarde y después lo fue a encarar, pero con su custodia policial bien cerquita como para dejar en claro quién era el cobarde.