Con los resultados a la vista de las elecciones generales de octubre, cuando se eligieron legisladores a nivel nacional para ambas cámaras, el panorama en el Congreso que espera a Mauricio Macri no es nada halagüeño si es que el Pro busca anular o modificar leyes clave de los últimos doce años.

Como se sabe, la ajustada victoria en el balotaje sobre Daniel Scioli no cambia en nada que el Frente para la Victoria seguirá teniendo cierta supremacía legislativa que pondrá límite a eventuales iniciativas del macrismo que apunten a conculcar derechos adquiridos por las mayorías argentinas.

En concreto, el FpV junto a sus aliados conservará la mayoría en el Senado, donde a partir del 10 de diciembre sumarán 42 bancas sobre un total de 72, y donde son necesarios 37 legisladores presentes para obtener quórum.

Para Cambiemos (Pro y UCR) quedarán 15 bancas, mientras que el Frente Renovador tendrá 10, Progresistas (PS y Gen) 2 y partidos provinciales ocuparán 3 bancas en la cámara alta.

En la Cámara de Diputados, en tanto, sobre un total de 257 bancas, el kirchnerismo y sus aliados tendrán 114, siendo la primera minoría, aunque no le alcanza para permitir o impedir el quórum, para el cual deben sumarse 129 diputados presentes.

En tanto, para Cambiemos (Pro, UCR y CC) quedarán 92 bancas en la cámara baja; el Frente Renovador y aliados sumará 40; Progresistas (PS y Gen) tendrá 7, y el Frente de Izquierda 4.